Padre Nuestro, me invitas a orar desde el silencio, sin extravagancias ni repeticiones ensayadas, rebuscadas o adornadas por falsos sentimientos. Me tomas de la mano con tu gracia e invitas a descansar en tu regazo de amor.
Cuánto me conoces! Solo has mirado a mis ojos y ya mi dolor te pertenece. Busco ese refugio que se escapa sin palabras y solo tu gran amor es mi consuelo. Porque me amas como soy, me aceptas con mis debilidades, mis culpas e inspiras mis fortalezas sin flaquear ni cuestionar sentencias. Porque en tu palabra encuentro discernimiento, esperanza y reconciliación, encuentro la esencia de la vida, esa que fluye sin codicias ni mentiras, que es fuente de luz en espíritu y verdad, que sostiene y libera, que perdona y abraza, persevera y perdona, compromete y alcanza.
Sea tu verdad el pan de vida eterna bendecida con la sangre poderosa de esa alianza espiritual que trasciende horizontes de virtud y nos acerca al Reino del Amor, el Perdón y la infinita misericordia.
Cuánto me conoces! Solo has mirado a mis ojos y ya mi dolor te pertenece. Busco ese refugio que se escapa sin palabras y solo tu gran amor es mi consuelo. Porque me amas como soy, me aceptas con mis debilidades, mis culpas e inspiras mis fortalezas sin flaquear ni cuestionar sentencias. Porque en tu palabra encuentro discernimiento, esperanza y reconciliación, encuentro la esencia de la vida, esa que fluye sin codicias ni mentiras, que es fuente de luz en espíritu y verdad, que sostiene y libera, que perdona y abraza, persevera y perdona, compromete y alcanza.
Sea tu verdad el pan de vida eterna bendecida con la sangre poderosa de esa alianza espiritual que trasciende horizontes de virtud y nos acerca al Reino del Amor, el Perdón y la infinita misericordia.
Sean la bondad y la libertad en tu presencia, gemas que brillen con luz propia, sin espejismos, que no sean opacadas por la soledad o la desesperación, por las dudas o la indiferencia, que permitan ver el rostro diáfano y misericordioso de tu amor siempre fiel en cada detalle de mi vida, en las cosas simples o complejas, en el amanecer o en el ocaso , porque Tú estás aquí y el rocío supremo de tu espíritu de luz, me hacen percibir y sentir que la vida es el regalo que me has dado, para que Tú habites en mí y yo ya no pueda separar mis acciones de Tu Palabra.
..Porque tuyo es el reino, tuyo es el poder y la gloria por siempre Señor...
Amén